Uno debe ser una luz para sí mismo; esa luz es la ley. No hay ninguna otra ley. Todas las demás leyes son creaciones fragmentarias y contradictorias del pensamiento. Ser una luz para sí mismo significa no seguir la luz de otra persona, por más razonable, lógica, histórica y convincente que sea. ...
¿No es, pues, evidente que lo que soy cuando me relaciono con los demás forma la sociedad y que, por lo tanto, si no cambio radicalmente, no puede producirse una transformación de la función básica de la sociedad? Esperar que un sistema cambie la sociedad es eludir la cuestión, porque ningún sistema ...
Por eso es importante comprender el proceso, cómo funciona nuestro propio pensamiento. El conocimiento propio no se puede conseguir de una persona, de un libro, de una confesión, mediante la psicología o el psicoanálisis. Debemos encontrarlo por nosotros mismos, porque es nuestra vida; y si no profundizamos ...